Amelia de la Ballina Peruyera, médico estomatólogo.
Daniel Fernández de la Ballina, odontólogo.
Tamar Gómez Pérez, ortodoncista.
Andrea Fernández de la Ballina, pediatra.
Silvia Fernández Secades, odontóloga.
Como ya mencionamos en el capítulo anterior, el SRB constituye una enfermedad que produce alteraciones fisiológicas que afectan al desarrollo físico y psíquico del ser. Estas alteraciones engloban desde cuadros respiratorios como amigdalitis, alergias, asma, a cuadros clínicos como el síndrome de disfunción postural.
Entre las causas de mayor relevancia nos encontramos las intolerancias alimentarias, ya que una de las consecuencias graves de una intolerancia, alergia o histaminosis alimentaria, es la hipertrofia mucosa de las vías respiratorias altas, generando una obstrucción o estrechamiento del paso del aire desde el exterior a través de las fosas nasales, que es el camino normal de la respiración. Esta dificultad favorece la apertura de la boca durante la respiración para completar las necesidades de oxígeno de nuestro cuerpo. Es lo que se conoce como Síndrome de Respiración Bucal (SRB).
I.- SRB. ¿Por dónde debemos respirar?
La respiración debe ser exclusivamente nasal, para filtrar las partículas y microbios del medio ambiente y humedecer y calentar el aire para que éste llegue a los pulmones en condiciones ideales. La boca tiene funciones como comer, masticar, digerir y tragar saliva y alimento, mantener el equilibrio postural y corporal, hablar, sonrisa, expresión, etc….
Las múltiples manifestaciones clínicas, o expresiones externas de las intolerancias alimentarias, son visibles en la cara, en los cuadros de repetición de insuficiencia respiratoria aguda (IRA), en la respiración bucal y más concretamente en la boca. (Figura 1)
La atención al paciente debe ser multidisciplinar: pediatra, médico de familia, otorrinolaringólogo, alergólogo y odontólogo deben coordinarse para realizar un diagnóstico y tratamiento precoz de la respiración bucal secundaria a una intolerancia alimentaria.
Es lógico pensar que el alergeno más próximo es el alimento que ingerimos y que después de ingerirlo hay que masticarlo, deglutirlo y realizar la digestión, absorción y eliminación de los residuos o los tóxicos alimentarios a través de los órganos de eliminación, uno de los cuales es la mucosa del aparato respiratorio, que responde con infecciones de repetición. Esto origina un SRB que claramente se pone de manifiesto en la boca.
II.- SRB. “La función hace la forma”
Cuando por infecciones de repetición las mucosas de garganta, nariz y oídos aumentan de espesor, y segregan moco en cantidad, el paso del aire durante la respiración es menor del que se necesita. Por esa razón tenemos que abrir la boca y adelantar la lengua para poder respirar mejor. Si respiramos por la boca, la nariz no se utiliza y como consecuencia el paladar no crece, queda estrecho y los dientes se apiñan. (Figura 2)
III.- Síndrome de Respiración Bucal (SRB). Las consecuencias de respirar por la boca: Signos externos sospechosos.
1. ¿Qué vemos en la cara? Son personas que tienen la cara larga y estrecha, ojeras profundas, nariz pequeña, narinas estrechas y verticalizadas. Boca entreabierta por incompetencia labial, labio superior corto, labio inferior voluminoso entre los dientes, reseco y agrietado. Lengua baja y voluminosa. (Figura 3).
2. ¿Qué vemos en la boca?
Disminución de la secreción salival, escasa, espesa y pegajosa. Inflamaciones bucales, mal aliento, aumento de sarro, y caries dental. Paladar profundo y estrecho, apiñamiento de los dientes. Se chupan el labio, lentitud durante la masticación e incluso tragan sin masticar. (Figura 4).
3. La postura del SRB está adaptada a las circunstancias.
Modificaciones de la curvatura de la columna cervical y por el efecto dominó afectan también a la columna lumbar. Escápulas “aladas», tórax estrecho, cabeza y hombros adelantados, la columna tiene forma de S, Escoliosis. (Figura 5).
Pie semiplano o plano flexible. Pies hacia adentro, dolor de pies, talones y rodillas.
IV.- Repercusiones generales por alteración en la química de la sangre.
La respiración bucal es sinónimo de una insuficiente respiración, la que produce el predominio de la sangre venosa sobre la sangre arterial, por una alta concentración de sustancias tóxicas derivadas del metabolismo, acidificando la sangre y alterando el metabolismo.
Está relacionado con: disminución de la capacidad intelectual, falta de atención, falta de concentración, falta de memoria, retraso escolar. Es muy frecuente que las maestras detecten a los niños que «escuchan poco» ya que son niños que aparentemente no prestan atención y molestan en el aula.